"Hablemos de todo lo que quieran, porque somos dialogantes y abiertos, pero no se vayan a pensar que vamos a dar nuestro brazo a torcer en ningún caso". Eso parece ser que es lo que quería decir el gobierno de la señora Bachelet a sus pares bolivianos. Un sinsentido de pies a cabeza.
Las opciones claras eran dos. O bien se introduce el tema de la soberanía marítima en la agenda de diálogo entre ambas naciones, con un real sentido del intercambio de ideas y contemplando la posibilidad de cambiar de parecer ante los argumentos del otro; o bien se deja claro desde un principio que la postura en este tema es inmutable y se excluye definitivamente de las conversaciones bilaterales. Esto es lo que marca la lógica.
Ahora bien. Le he dado vueltas a este tema varias veces y sigo sin comprender qué pretendía el gobierno cuando le hizo saber a Evo Morales que introduciría el conflicto marítimo en las relaciones entre ambos países. Y entiendo menos aún por qué al día siguiente se deja claro que no se entregará soberanía marítima a Bolivia, para evitar una explosión social y política en Chile. ¿Acaso pensaba el gobierno que Morales quería hablar del mar de Chile para compartir impresiones sobre la fauna marina? O, quizás, la Presidenta Bachelet pensaba que los bolivianos querían información sobre los deportes acuáticos que pueden practicar si visitan la costa de Arica o Iquique... no sé.
Lo único que han logrado con este doble discurso es "cabrear" a todo el mundo. A la oposición en Chile (que, por otra parte, se enoja bastante a menudo) por darle a entender a los bolivianos que se puede hablar del mar. Y a los altiplánicos, por creer que se está jugando con ellos con falsas promesas.
Estimada Presidenta, entiendo que está empezando y que le falta experiencia dirigiendo un país. Pero la máxima es muy simple: los problemas vienen solos, no se los busque usted misma. Este conflicto era totalmente evitable e innecesario. Pero yo creo que si Ud. y su gabinete cuentan hasta cien antes de hablar, no lo volverán a repetir. Toda la suerte en el futuro.